Nunca habíamos tenido un presidente municipal tan preparado: es abogado, es catedrático.
Pensamos que las cosas cambiarían para General Felipe Ángeles.
Los alcaldes anteriores solo tenían primaria, con tan pocos estudios, poco podían hacer.
La realidad ha sido otra, el primer alcalde con nivel superior se ha convertido en uno de los gobernantes más cuestionados de este ayuntamiento de 20 mil habitantes.
La gente asegura que el munícipe metió a gran parte de su familia al gobierno; uno de sus primeros actos de administración fue cambiar poco a poco a los regidores y directores.
No ha realizado obras y solo mejoró desde la llegada al edificio de la presidencia. El dinero se invirtió en su oficina, ahora lujosa, dicen.
Es la voz de vecinos del municipio de Felipe Ángeles que en septiembre pasado agredieron al alcalde Leonardo Gómez Octaviano en las instalaciones del palacio municipal.
Cerca de 300 personas llegaron a exigir servicios para sus comunidades, agua potable, alcantarillado, calles. Manotazos y cachetadas fue la agresión que recibió el presidente de los inconformes.
Y es que al parecer, abogado de profesión, tomó la decisión de omitir algunos artículos de la Ley Orgánica Municipal y emprender acciones por su cuenta.
Como en la película La Ley de Herodes.
Los vecinos aseguran que su familia ocupa diversos puestos, y el cambio se ha visto en su forma de vida.
Esto generó la ira de los habitantes que se presentaron a la presidencia y en su molestia, agredieron a las autoridades, dañaron una patrulla y parte del mobiliario.
En el enfrentamiento el regidor de Gobernación, Alejandro León, llamó a la policía para solicitar ayuda. Los pobladores exigieron la renuncia del munícipe tras acusarlo de no realizar obra pública.
La protesta no quedó ahí.
Días después, más de 500 habitantes del municipio cerraron la carretera federal Acatzingo-Xalapa, para exigir la destitución del alcalde.
En el lugar, los inconformes colocaron piedras y quemaron llantas y palos para cerrar ambos sentidos de la vialidad. La preocupación de los vecinos, es la aspiración política de Leonardo Gómez Octaviano y su familia.
Temen que en el próximo periodo electoral pretenda dejar en el poder a un conocido, familiar, allegado que lo proteja.
Dios agarre confesado al pueblo.
