Viacrucis por negligencia médica

 

 

Madre de dos hijos, Alejandra Ramos Cruz, sufrió los excesos del burocratismo, la fuerte carga de trabajo y falta de personal en los Centros de Salud. Una presunta negligencia médica provocó que estuviera a punto de perder la vida; por meses sobrevivió a un intestino perforado que fue detectado en un hospital privado.

Los dolores intensos, la dificultad para caminar y la terrible calidad de vida que sufría la obligaron a Alejandra a intensificar sus visitas al Centro de salud de Los Reyes de Juárez.

Beneficiaria del programa Prospera, la mujer de 27 años de edad, acudía con regularidad al centro salud en donde la citaban mucho antes de la hora de la cita, y muchas veces salían tres horas después.

Paciente de Colostomía (2)

Sin embargo, el 17 de abril de 2014, presentó un cuadro de fiebre e intensos dolores en el abdomen que la llevó a una nuevo consulta. Ese día no trabajaron en Los Reyes de Juárez y fue trasladada de urgencia al hospital de Acatzingo.

“Acudí con dolor y fiebre, la enfermera me recetó y  me dijeron que no me preocupara que sólo era una infección en los riñones, ¿entonces, si era una infección en los riñones, por qué termine así?”, señaló en entrevista.

La situación se había repetido en Los Reyes de Juárez en donde la revisaron y no encontraron nada. Indicó que una doctora de nombre Clemencia sólo la regañó pero no resolvió el problema.

El paso de dos años demostraron que su salud no mejoraba y por el contrario, empeoraba. Bajó 15 kilos y los dolores no cesaban pero nadie sabía darle una respuesta.

“Todo el mundo me decía que me veía mal, pero para la doctora estaba muy bien”. Siempre indicaron que se trataba de colitis, de estrés y recetaban algunos medicamentos.

El intenso dolor la obligó a visitar a un médico particular quien le practico un ultrasonido, en donde detectó que tenía el intestino perforado.

Fue atendida de inmediato en el Hospital General de Tecamachalco en donde le practicaron una colostomía para salvarle la vida.

“Incluso el médico me dijo que había posibilidades que no saliera bien de la operación, por un alto grado de anemia. Esa perforación tenia años, el médico particular le sorprendió incluso que siguiera con vida”, dijo.

Agregó que de acuerdo a los médicos, la perforación no era de un día para otro, llevaba tiempo, por lo que no podrían determinar la causa. Ya tenía años con ella.

Por esta situación, presentó una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para que se realice una investigación al respecto, en donde presentó documentos y exámenes que le practicaron para sustentar su queja.